Capítulo 1: «Lucas y la Orquesta de las Estrellas»

En un pequeño pueblo, donde las casas lucían colores brillantes y los jardines siempre estaban en flor, vivía un niño llamado Lucas. Con ojos llenos de curiosidad y un corazón que latía al ritmo de la música, Lucas soñaba con ser un gran músico.

Una noche, mientras la luna brillaba sobre el pueblo, algo mágico sucedió en la habitación de Lucas. Un suave resplandor comenzó a emanar de un rincón, donde apareció un espejo con marco dorado, adornado con notas musicales que parecían danzar.

Lucas, sorprendido y emocionado, se acercó al espejo. En su reflejo, no vio su propia habitación, sino una gran sala de conciertos, con él en el centro, dirigiendo una orquesta.

El espejo, conocido como «El Espejo de los Sueños», le habló con una voz cálida y amigable. «Lucas, este es el reflejo de tu pasión. ¿Quieres aprender cómo hacerlo realidad?»

Sin dudarlo, Lucas asintió. El espejo le mostró imágenes de grandes músicos, les enseñó a leer partituras y a entender los secretos de la música.

Cada noche, Lucas aprendía algo nuevo. Desde cómo sostener la batuta hasta cómo sentir la música en su corazón. El espejo no solo le enseñaba sobre música, sino también sobre perseverancia y dedicación.

Los días pasaban, y Lucas empezó a practicar con su propio instrumento, un viejo violín que había pertenecido a su abuelo. Con cada nota que tocaba, su confianza crecía.

Una tarde, el espejo le propuso un desafío. «Es hora de compartir tu música. Toca para tu familia y amigos», sugirió.

Con nervios pero emocionado, Lucas organizó un pequeño concierto en su jardín. La gente del pueblo se reunió, asombrada por el talento del joven músico.

Mientras Lucas tocaba, el espejo brillaba con orgullo. Al final del concierto, todos aplaudieron con entusiasmo. Lucas había dado su primer paso hacia su sueño, todo gracias al mágico Espejo de los Sueños.