Capítulo 3: Míster Whiskers y el Castillo en las Nubes
Después de sus aventuras en el Bosque Encantado, Míster Whiskers se acurrucó en su rincón favorito de la librería. Mientras la luz del atardecer se desvanecía, sus ojos se posaron en un libro con una portada deslumbrante que mostraba un castillo flotando en las nubes. El título era «El Castillo en las Nubes». Sin dudarlo, Míster Whiskers saltó dentro de la historia.
Se encontró en un mundo donde el cielo era un lienzo de colores pastel y las nubes formaban islas flotantes en el aire. En la distancia, un majestuoso castillo de cristal se alzaba sobre una nube particularmente grande, irradiando una luz mágica.
Míster Whiskers, ahora con un pequeño chaleco de aventurero y un sombrero de ala ancha, comenzó su ascenso hacia el castillo. En el camino, conoció a criaturas voladoras fascinantes: pájaros parlantes, dragones amigables y grifos juguetones. Cada uno compartía historias y le daba consejos sobre cómo navegar en este mundo aéreo.
Al llegar al castillo, Míster Whiskers descubrió que era el hogar de una princesa que había sido hechizada para dormir eternamente. La única forma de romper el hechizo era resolver un acertijo que había confundido a todos los visitantes anteriores.
Míster Whiskers, conocido por su astucia y su amor por los misterios, aceptó el desafío. Exploró el castillo, encontrando pistas en los tapices antiguos, en los libros mágicos de la biblioteca y en las melodías susurradas por el viento.
Finalmente, después de unir todas las pistas, Míster Whiskers resolvió el acertijo. La princesa despertó, agradecida y llena de alegría. Como agradecimiento, ofreció a Míster Whiskers un tour por el reino de las nubes y le enseñó los secretos de la magia aérea.
Con el corazón lleno de nuevas amistades y conocimientos mágicos, Míster Whiskers se despidió del castillo y sus habitantes. Volvió al libro en la librería, listo para descansar antes de su próxima aventura literaria.
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